24 febrero 2011

El hombre de la leche

"Y me encontré recorriendo una pradera rodeado de decenas de ovejas. De repente, una de ellas se me acercó y me habló. No recuerdo nada de lo que me dijo pero sé que yo era un pastor y esa oveja era Dios."

- Irónico, ¿no es así?
- Jaja sí, ¡qué loco sueño!. Yo, en cambio, nunca recuerdo mis sueños pero nunca olvidaré uno que me fue contado una noche como ésta. Lo soñó Diego, un amigo de la facultad, hace ya varios años. La verdad no le he encontrado un punto de sentido a esta historia pero la voy a contar de todas maneras:

"Todo sucedió en una vieja casa donde vivía un niño de diez con su hermano mayor, Diego, y la madre y su novio, quien parecía un fracasado con unos cuantos tatuajes azules con un temperamento de borracho y gracias a Dios se veía que no usaba armas.
Bien, Diego despertó en la parte trasera de su camioneta, le tomó un minuto abrir sus ojos y fue hacia la parte de atrás de la casa donde se encontró con una gran sorpresa, no vio a su hermano pero ahi estaba su madre con su cabeza pelirroja en sus manos mientras el novio tenía sus manos alrededor de un viejo cura, tratando de ahogar al viejo hombre.
Diego vio desde la ventana hacia la camioneta, vomitó y se esforzó por permanecer de pie. Vio al bastardo de cuello rojo con un martillo. Convirtió al cura en un amasijo de hombre. El cura estaba luchando la pelea de su vida pero era viejo y estaba destinado a perder. El novio golpeó tan fuerte como pudo y hundió al cura hasta sus zapatos.
Ahora Diego conocía pero nunca se había topado al cura que yacía en el suelo. Se escuchó a sí mismo decir 'Ese debe ser mi papá'. Entonces supo lo que iba a hacer. Diego reunió suficiente coraje y agarró la primera cosa firme que encontró: era una fría botella de vidrio con leche que había sido recién repartida.
Diego entró, vio la sangre en el suelo y se dio la vuelta y puso seguro en la puerta. Vio la muerte en los ojos del novio. Su madre era un fantasma, muy molesta como para llorar. Entonces se acercó un paso al hombre en el suelo, de su boca salía un extraño pero audible sonido. Escuchó al novio gritar '¡Sal de aquí!' y Diego dijo 'No hasta que sepa de qué se trata todo esto' 'Bien, este cura estaba atacando a tu madre', pero Diego sabía quién estaba empezando el drama. Así que Diego puso muerte en su cara y destrozó la botella en el hombre que dejó a su padre en desgracia y vio la blanca leche derramarse junto a la sangre. El novio cayó bien muerto al lado del cura, que luchaba por respirar. Y Diego gritó 'Papá, ¿por qué tenías que regresar?'. Su mamá entonces sacó un sobre lleno de dinero de detrás de donde guardaban el azúcar y la miel 'Tu padre nos dio esto', ella colapsó en lágrimas, 'Ha estado pagando las cuentas por años', 'Mamá pongamos este cuerpo debajo del árbol y pongamos a papá en la camioneta y partamos para Manabí', justo entonces entró su pequeño hermano sosteniendo la gorra del lechero y una botella de vodka."

- Fue entonces que mi amigo perdió toda imagen del sueño y en un fondo totalmente blanco escuchó una voz que le decía “Bien, ahora has escuchado un lado de la historia pero ¿quieres saber cómo termina? Si debes saber el final de esta historia, ve y pregúntale al hombre de la leche.” Ahí se despertó mi amigo en la más profunda de las confusiones con un sueño que nunca olvidaría, como tampoco lo haría nadie a quien le ha sido contado.

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