23 abril 2012

Fin


Porque la playa es un lugar de ciertos sueños
hacia donde migra la cabeza del enigma
y se hace sal el universo.
Del por qué de las playas, Luis Alberto Spinetta


Suele pasar que veo una hoja de papel y siento el deseo instantáneo de llenarla de palabras. Sentarme en el sofá y con la carta firmemente apoyada en el dorso de un libro describir con detalles un momento insignificante. Extraño un crujido de misión fallida que nunca he realizado por mí mismo. Extraño también el sonido delicado de un doblez y la sutil y poco ingenua esperanza de una respuesta que llegue temprano por la mañana algun domingo de estos. Pero de hecho todos los días son domingo y no por eso los buzones escupen celulosa ni tampoco generosos microbytes.
Sé que cada quien tiene su playa. La mía incluye una puerta (no tan) secreta por donde puede uno escapar hacia un jardín de olas y aguamalas. Una playa donde llueve cada diez años o cada vez que del norte nace un niño. 
El de más árriba es un epígrafe rescatado de una hoja en blanco, no de papel pero sí en blanco. Sacado de una pequeña cajita de recuerdos, intenta cobrar vida por donde menos se lo espera: alimentando de la mano a otro pedazo de papel en blanco. A otro pedazo de blanco. 
La playa es ya un pedazo de blanco. De hoja sin garabatear donde aquellos dedos incapaces de mentir solamente tienen tinta para no decir verdades. No conozco el por qué de las playas pero sí que conozco de universos que caben en un pilar de sal donde a su vez caben un sucio cuerpo y un sucio dios.
Esto es un espacio en blanco donde no me molesta el crujir de tantas derrotas o el doblez que nunca quiero sentir llegar. Pronto no habrá paraguas, ni puerta secreta, ni playa dónde usarlos. No habrá hojas por llenar ni sentimientos por vaciar. Las olas no aceptan segundas oportunidades, y nada debería en realidad. He vaciado tantas hojas; he volcado sus letras hacia sitios que desconozco todavía y no he sido capaz de deletrear en voz alta una sola.
En fin, el principio solo puede ser ahora.

16 abril 2012

Aullidos sin luna (más sobre la naturaleza de los monosílabos)


Au au
te llamo en una noche sin luna
con la cabeza alzada
hacia la oscura palma de la mano
                                        de Antínoo
impidiendo también la circulación
de mis fluidos corporales: karma instantáneo que me sabe a gloria

Au au
son otros los fluidos,
sin embargo,
que lanzan hilos
reforzando aquel pequeño filamento
del que pendía mi vida dos meses atrás

Dos meses
durante los cuales
el monosílabo cruel del que te hablé
a través de la ventana
me columpió el esqueleto día tras noche
y noche tras día
convirtiéndolo todo en pesadilla
incluso a ti que fuiste el sueño más lindo

Au au
ahora que no estás
pienso en las promesas
idas y venidas
pienso en el sustituto de dos letras
que construiste para que me acaricie
intermitentemente
como gotas de lluvia invernal
aquel sustituto tan mínimo
que pudo completar la pregunta sin palabras
que formulé sudando bajo el sol y sobre la arena

La vida cuelga de un monosílabo
     y este, de un rizoma
           y aquel, de una tormenta
lo que se destruye por aquí
vuelve a crearse por allá
lejos
como una bofetada de Dios en la cara de un niño

Ya lo decía yo:
los monosílabos son verdugos
de sentencias firmadas por uno mismo

Au au
te busco y no apareces
te busco en los lugares inadecuados
donde sé que no estás
porque no puedo llegar hasta ti
I can't get along with all your friends
I don't know what to do, that's all there is
pero te quiero aquí
   o te quiero conmigo en cualquier lado

O solo te quiero

El sueño y la pesadilla son uno solo
la pesadilla ya ha acabado
- los peores días de mi vida -
y despertar es un plan no deseado
pretendo estirar este sueño
- los mejores días de mi vida -
como una cortina que se arranca de la ventana

Au au
No hay luna esta noche.