12 marzo 2012

Incendios frágiles que acarician



Llegaban noches. Al amor de ellas 
nosotros encendíamos palabras,
 las palabras que luego abandonamos
 para subir a más
Jaime Gil de Biedma - Amistad a lo largo


Encender palabras
para apagar incendios íntimos
    tienes ya
mi última brizna de paja
el rastro de un fallo
                          genético
crisol de
mi vulnerable andar

Te he creado una mitología
para pasar el rato
me divierto buscando las huellas
de los antepasados
            que te imagino
productos de un discurso
del aburrimiento
diario
          la Abuela Muerta
en su dilatada espera

Casi todo es un pasatiempo
para que no duela
la puñalada
del segundero
tan lenta que desangra
rápido por la yugular
es el dolor
que crece a
              TREINTA minutos por segundo
a cada rato
como lo supo el peruano,       muerto en París
en un día del que tuvo siempre el recuerdo

Hoy estás más lejos
                                                    distante
pero estás aquí dentro
en este     espacio vacío
en mi pecho donde
habita el dolor
inexistente
de un miembro fantasma
que lo regalé
hace ya mucho tiempo
          viajó
antes de ser un espectro
hacia el norte
lejos
        con unos anteojos con sonrisa
en el caribe

Te sabes extraña
pero no te gusta que
extraños te lo recuerden
       a menos que llegue
la noche
y llevemos a las palabras
hasta las cenizas.

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