15 julio 2011

La venganza

El día en que John Jairo Cárdenas Sánchez ejecutó su venganza, nada pudo haber estado más dispuesto para la desgracia. Imagine lector la siguiente situación: amanecía y la mañana seguía pareciendo noche, la lluvia era tan fuerte y tan pesada que cuando John Jairo salió a la calle a la primera cuadra ya estaba empapado. Sin contar el espectáculo que resultaba para todo el barrio, congregado en los balcones, ver a un único peatón saltando entre los charcos. Si algo resultaba mal (como ya debía John Jairo empezar a suponer) la policía disponía ya de suficientes testigos. Siguiendo, sin pena ni gloria llegó nuestro personaje a la parada de autobús, donde siguió mojándose hasta que se embarcó. Pasaron los minutos y la lluvia no cesaba, parecía que avanzaba junto con el autobús, siguiendo a John Jairo a donde fuera que vaya.

Ahora dirá usted, lector crítico y empecinado, que no puede contarse historia más gastada que esta que transcribo. Lo que sucede es que no se trata de ninguna ficción, esto que estoy contando sucedió en la realidad, y pasa que en la vida real las ficciones se repiten sin cesar, nadie escapa del lugar común.

Decía que John Jairo seguía viendo la lluvia por la ventana del transporte, hasta que llegó al centro de la ciudad, al edificio de las oficinas de Aseguradora Continental. Subió veintisiete pisos, recorrió un largo pasillo, entró por la última puerta de la derecha, avanzó unos metros y de nuevo entró por la derecha a la primera oficina. Sentado en un escritorio de espaldas al río se encontraba Miguel Muñoz escribiendo tranquilamente sobre una libreta. John Jairo entró, lo reconoció, sacó el revólver y se desprendió de toda la carga del tambor sin pausas ni remordimientos. Fue tanta su excitación que parecía un extraño caso del síndrome de Amok: llegó, mató y se fue, sin ton ni son.

Lo que no se imagina usted lector, es que en Aseguradora Continental todos los empleados, desde cierta categoría en adelante, somos obligados a llevar chalecos antibalas. Usted sabe, hay que trabajar seguros.

No hay comentarios: