21 diciembre 2011

Tesis para una cosmogonía de supermercado o Bildungsroman listo para servir


Nothing is true, everything is permitted - Hassan-I Sabbah en Alamut, por V. Bartol
Si dios no existe, entonces todo está permitido - Dostoyevski

UNO. El hombrecito, que es todos los hombres sin saberlo, levanta la cabeza pero no por su propia voluntad y se ve rodeado de luces y más hombrecitos, indistintamente. Luego de un momento que parece toda una eternidad empaquetada el hombrecito es ya una mujer de plástico exhibida en el pasillo 1-A de la sección Comestibles. La mujer de plástico venera dioses de carne. Los dioses de carne, extrañamente, no se encuentran en stock.

DOS. El hombrecito que es todos los hombres también tiene cinco años y vive debajo de un puente inamovible (el niño, no el puente). Este buda miniatura de panza golosa y ano en ebullición sueña con ser el puente movedizo: como figuras de Lego, pedazos inconmesurables de concreto caen cada día bajo el peso de los lamentos que ruedan por la superficie. El buda-niño es arrastrado por una alfombra de hormigas quienes todos los días abogan por su iluminación.

TRES. Un hombre cualquiera recorre un barrio residencial portando un cartel y frente a una casa cualquiera se detiene con su sonrisa de funeral. El cartel dice: 
Mi cabeza puede ser tu revólver, bailarina del polvo y amante del eterno.

CUATRO. El hombre cualquiera es en realidad el hombrecito que es todos los hombres. La casa cualquiera sigue siendo una casa cualquiera. Y a la bailarina la estamos creando.

CINCO. El universo cabe en un supermercado. La sociedad ha querido verse representada en la escuela, en la oficina, en la milicia. La sociedad no es más que la sección Aceitunas rellenas con chocolate dentro de la sección Aceitunas rellenas dentro de la sección Aceitunas dentro de la sección Juguetes para pasar la noche.

SEIS. Interior-Universo. Se abre el telón. El único personaje grita: Este enunciado es falso. Se cierra el telón.

SIETE. Ante la arbitrariedad, este apartado se declara en huelga general. Más adelante (en el tiempo y el espacio) publicaremos nuestro manifiesto llamando a la unidad de las tesis y la conciencia de clases. Ningún hombrecito que es todos los hombres pretenderá asumirse como producto de una narración sin ton ni son.

OCHO. Roberto Bolaño es un personaje de Javier Cercas. Los dos son ahora personajes de la mujer de plástico, quien escribe esta historia desde la sección Ropa -no tan- casual, cerca del baño 34B.

NUEVE. El hombrecito que es todos los hombres es ya una vieja enana vestida de impermeable quien impacientemente hace fila para pagar una prueba de embarazo mientras en su bolso lleva un ejemplar de la mujer de plástico precocida para divertirse un día de sol. La vieja enana se llama María. María no es ningún nombre bíblico.

Postdata de 1985: Orwell es un farsante y seguimos en busca de la bailarina, algunos (no les creemos, se parecen mucho a nosotros) nos dicen que ella ya tiene quien le quite lo bailado.

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