02 septiembre 2011

Somos

Fuera de la representación
de M como el poeta malo
está, como luna de sí mismo,
el otro: M, el mal poeta
que quiere ser su propio sol

Porque entre poeta malo
y mal poeta no hay
diferencia alguna
más allá de que
uno lo sea por convicción
y el otro por natura

Una vez leído Borges
asumimos nuestros fallos
M malo y mal M
maldecidos por los espejos,
la cópula de un progenitor
desconocido, y la lucha
por existir

Olvidé preguntar cuál es mi papel
en esta obra: teatro del absurdo
salpicado de comedia banal,
he dejado de lado
(y por consecuencia hemos)
a Shakespeare y desde Descartes
mutamos hacia: Soy, luego eres.

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