Y el jovencito piensa en el día
en que se pueda suicidar
con un cigarrillo
Sentado en un balcón
con el último Gauloise de Henry Miller
Y es ya un anciano indolente
fumando como quien se dispara
en la cabeza:
tirando la colilla como un
casquillo que cae al suelo
con la lentitud
de un fulgor dorado
Al jovencito de mil años
le tiemblan las manos como a Clarisolcita Lemos sentada a un costado de Andrés Caicedo confirmando su locura mientras sostiene un cigarrillo y lo mira y lo chupa y lo besa y lo absorbe despacito asombrándose de repente porque está loca y eso les divierte
así está el hermoso iconoclasta
del balcón, sonriendo
porque se acerca la última pitada
y alejándose de las cosas malas
dejará de pronunciar palabras.
No hay comentarios:
Publicar un comentario